TURISMO / Vídeo.- Heráclito pasó a la historia porque escribió que el hombre, incluso en verano, nunca chapotea dos veces en el mismo río, porque tanto el río como el hombre cambian constantemente. Un seguidor suyo, más guasón, apostilló que tampoco nadie se ríe dos veces en el mismo baño.

En la provincia de Granada la teoría del pensador griego es aún más evanescente porque son tantos los ríos que invitan a recorrer sus cauces (unos mansos y sosegados, otros felizmente engorrosos y un tercer grupo resueltamente peliagudo) que es difícil elegir. Así que rían y preparen el traje de baño porque llegan más sugerencias para remojarse en agosto. ¡Entornos fluviales, charcas, humedales, torrentes y regatos!

Chorreón del río Dílar
El viajero que emprenda la ruta del Chorreón, además de una buena caminata por un hermoso paraje fluvial, se garantiza la constante compañía del agua. La excursión que proponemos comienza en el área recreativa situada a un par de kilómetros de Dílar y dura unas cuatro horas.

Un esfuerzo más que compensado cuando el caminante llegue a la cascada llamada El Chorreón, un salto de agua de cuatro metros que da vida a una acogedora poza donde en verano es irresistible la tentación de un buen baño.

Y desde allí, convenientemente refrescado, el excursionista tiene que emprender el hermoso sendero que baja al río y continúa por su ribera y que obliga a entrar y salir del cauce limpísimo una veintena de veces hasta llegar a la central eléctrica y desandar la primera parte del camino.

Barranco de la Luna
El Barranco de la Luna es barranco, pero sobre todo es nombre de río. Un río enigmático, poco frecuentado y de escaso caudal salvo en la época de lluvia, que constituye uno de los tesoros que guarda para los iniciados el Valle de Lecrín.

Se accede a él desde la población de Saleres y sus aguas, tras juntarse con las del río Ízbor, acaban desembocando en la presa de Béznar. El paso de la corriente ha formado por erosión una garganta atractiva. La excursión consiste en descender desde Saleres y recorrer, siguiendo el curso del río, todo el cañón. La distancia, aunque es corta, unos cuatro kilómetros, tiene atractivo suficiente para garantizar a los excursionistas una pequeña aventura para todas las edades, aunque en algunos tramos es necesario andarse con cautela por su fondo resbaladizo.

A causa de la estrechez del barranco por donde transcurre el río el agua alcanza distintos niveles. Por eso es recomendable ir provistos de unas sandalias adherentes y pantalón corto. El resto es aguzar los sentidos y dejarse llevar por el torrente.-

 

Laguna de Padul
El principal humedal de la provincia de Granada, heredero del amplio lago que ocupaba la cuenca en tiempos prehistóricos, está situado en Padul y para los senderistas del siglo XXI es un importantísimo elemento para el turismo natural y para la observación ornitológica.

Si amas las aves no te lo pierdas: Hasta 158 especies han sido descritas por los científicos y aficionados que recorren los senderos peatonales medio ocultos entre altos carrizales y eneas. Ocupa 60 hectáreas y se puede visitar por libre o con ayuda de los guías del Aula de la Naturaleza El Aguadero. La laguna guarda en sus entrañas restos de mamuts y otros animales prehistóricos que habitaron esta especie de vergel discreto.

(Texto, foto y vídeo: Turgranada)

 

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