Project Description

Ahí siguen las dos, mirando el mundo como hace más de 6.000 años, cuando las pintaron nuestros antepasados en un rincón de Sierra Morena, en el jienense prado del Azogue. Sobre la piedra desnuda quebrada por los siglos de los siglos, sus siluetas de carmín han visto convertirse en polvo a una generación tras otra y siguen desafiando a lluvias y ventiscas, a rayos de sol y a escarchas de amaneceres. Han vencido al tiempo. Son eternas.