TURISMO / M. José Díaz de Tuesta, Rafa Benítez, El Viajero.- En esta orilla de la costa sur de Cádiz, que va desde el antiguo poblado pesquero de Sancti Petri y hoy puerto deportivo pasando por el entorno de la playa de La Barrosa hasta Chiclana de la Frontera (a cuyo municipio pertenece todo), se ha creado un gran centro de turismo de amplio espectro.

Una zona urbana y popular alrededor de las Tres Pistas -las entradas históricas a la playa-, con el paseo marítimo, urbanizaciones y villas que configuran lo más parecido a un núcleo urbano en mitad de la playa, donde la rotonda de la venta El Pino (con sus míticos desayunos con churros: los churros por estos lares son cosa seria) hace la función de plaza del pueblo.

Y una segunda zona que se prolonga hasta la Torre del Puerco y el final de La Barrosa ya en el umbral de Conil -el Novo Sancti Petri-, con un trazado que, gracias a la Ley de Costas de 1988, está pensado para preservar lo mejor de esta naturaleza y con urbanizaciones para atraer a un turismo al que no le falta de nada: un enorme campo de golf diseñado por Severiano Ballesteros, avenidas con palmeras que parecen California, un centro comercial, chiringuitos y hoteles de cinco estrellas con lobbies para el copeteo.

Este complejo supuso a partir de la década de los noventa el gran impulso turístico de esta zona de la Bahía de Cádiz dominada por los siete kilómetros de una playa que lo tiene todo: arenales, dunas y un entorno de marismas (Leer más)

(Foto: Gonzalo Azumendi)

 

* Playas (4).- Calas de Roche, en Conil de la Frontera

* Playas (3).- La Barrosa, en Chiclana de la Frontera