ENTREVISTA.- El delegado de Turismo de la Junta de Andalucía en Almería, Vicente García Egea, es contundente cuando afirma que el turismo de su provincia es “pura vida” y queda grabado “en el alma” de quienes lo conocen y lo disfrutan.

Con él hemos hablado de playas, desiertos, cine, senderos, gastronomía, observar el cielo, deportes, etc, y hasta de la más que probable designación del mármol de Macael como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

El turismo almeriense da para mucho e incluso el delegado territorial tuvo tiempo de recordar al poeta Antonio Pardal cuando dejó escrito que Almería es “la rosa de Andalucía”.

García Egea es licenciado en Farmacia por la Universidad de Granada y titulado en Marketing y Dirección de Empresas por IDE CESEM. Ha sido teniente farmacéutico del Ministerio de Defensa y luego gerente de diversas empresas farmacéuticas tanto nacionales como internacionales.

Tras las elecciones de mayo de 2019 fue elegido primer teniente de alcalde de Vélez-Rubio y desde mayo de 2020 fue coordinador de Programas de la Junta. En enero de 2021 accedió al actual cargo.

–¿Por qué crees que el turismo slow o sin prisas está en auge en tu provincia?

–Pienso que es fácil de entender si observamos la imagen de alguna de las calas del Cabo de Gata-Níjar o de la Albufera de Adra o de algún sendero de Sierra María-Los Vélez. En todos estos espacios el tiempo parece detenerse, no existe. Almería encierra muchos espacios que invitan a ese turismo reposado, que se degusta, se siente y se disfruta con plenitud.

–Sierra de los Filabres y Valle del Almanzora destacan por unos senderos muy interesantes. ¿Fue un acierto dar nuevos fines a las antiguas rutas mineras?

–Es parte de la Historia de Almería y generar productos turísticos nuevos a partir de ese patrimonio siempre es un acierto. Es una forma de adentrar al visitante en ese pasado y hacerle partícipe de nuestra cultura y del desarrollo industrial que caracterizó a esta tierra. Hay lugares espectaculares en nuestra provincia para disfrutar de esas cuencas que vivieron su gran auge en los siglos XIX y XX, desde Abla, Adra o Canjáyar a Laujar de Andarax o Santa Fe de Mondújar.

–El Observatorio del monte Calar Alto es un gran centro astronómico de Europa y la Junta apuesta por el turismo de observación. Por lo tanto, ¿estamos ante un buen maridaje?

–Un maridaje difícil de superar. Aquí también podríamos añadir la apuesta que hace la Consejería por el turismo científico, donde nuestra tierra es todo un referente. El de Calar Alto es el mayor observatorio de Europa, perfecto para desarrollar y conocer grandes proyectos de investigación y también para asomarnos al Universo desde Almería. Sin duda, un tipo de turismo en crecimiento que además nos abre la posibilidad de romper con la estacionalidad.

–Los principales turoperadores destacan de las playas de tu provincia su agua limpia, fresca y cristalina. ¿Cómo nos las ‘vendes’ tú?

–Hay un dicho popular, “no hables muy alto de nuestras playas”, con el que se intenta proteger el entorno prístino y puro que presenta la mayor parte de nuestro litoral. Otro recuerda que “el Sol pasa los inviernos en Almería”, ya que tenemos la provincia con más horas de luz en Europa. Los dos juntos vienen a recordar que contamos con enclaves y atractivos privilegiados que, desde un modelo basado en la sostenibilidad, aportan una enorme competitividad a nuestra oferta. En el ámbito litoral son más de 200 kilómetros de costa, con playas accesibles, playas para bucear, disfrutar del kayak, piragüismo, paddle surf, windusurf, para ir con la familia o simplemente para presenciar atardeceres irrepetibles.

–Primero fue el Desierto de Tabernas con el ‘spaghetti western’ y luego playas como Mónsul (Indiana Jones) o de los Escullos (Los Dalton contra Lucky Luke o Nunca digas nunca jamás). ¿Qué tiene el territorio que encandila a los cineastas?

–Tiene luz. Una fotografía que embellece cualquier plano, monumentos singulares, playas con paisajes volcánicos, un desierto que es ya de por sí un icono en la Historia del cine o sierras repletas de vegetación. Contrastes y un amplio abanico de alternativas que facilitan mucho la labor de productores y directores.

No es de extrañar que en los últimos 60 años se hayan rodado aquí más de 500 películas. Y como el escenario no lo es todo, también aportamos experiencia y logística para esta industria, como hacemos por medio de la Andalucia Film Commission en cuyo patronato participa la Consejería de Turismo. Somos tierra de cine y queremos seguir siendo referentes en este sector.

–Hablando de medios de comunicación. ¿Salir el ‘mar de plástico’ en series de televisión o en películas aumentó el número de turistas a la provincia?

–En Almería ya hubo auténticos pioneros que supieron unir, por ejemplo, la actividad agrícola intensiva al turismo, antes de que llegase esta conocida serie. También desde las redes sociales, con artistas, periodistas, futbolistas, cantantes… que han presumido de nuestra tierra durante sus vacaciones o escapadas, se ha facilitado que aumenten las visitas y se conozca mejor esta tierra.

Pero, sobre todo, sabemos que podemos ofrecer un turismo diferente, casi propio de una isla, y en este campo el agro puede jugar un papel singular. Es bueno que animemos a los ciudadanos a conocer qué labor se hace en nuestros invernaderos para que entiendan por qué somos la huerta de Europa.

–Con mar, terrenos y viñedos, ¿qué recomiendas de la gastronomía almeriense?

–Recomiendo saborear lo que conlleva el nombre de Almería. Me explico: Almería sabe a hortalizas, algunas únicas como los présules de Dalías o nuestro gran tomate raf. Sabe a sandía, a melón, uvas y naranjas. Sabe a almendras, pero también a mar, gamba roja, ‘Gallo Pedro’ o salmonetes. Sabe a tierra fértil, a embutidos, cordero, trigos, migas… a aceite de oliva, a vinos y a dulce. Almería sabe a ‘gourmet’, a tapas… Probablemente muchos turistas vengan a visitarnos por nuestras playas, paisajes y patrimonio y regresen por nuestra gastronomía.

Juan Marín y Vicente García Egea.

–Completa la frase ‘El turismo de Almería es…’

–… Pura vida. Diversidad, contrastes, sostenibilidad, accesibilidad. Familiar, joven, adulto y senior.

Es un lugar único donde puedes pasar del desierto a la playa en un abrir y cerrar de ojos, de viajar en el tiempo y disfrutar de todas las culturas que pasaron por aquí.

De colarse en sus entrañas y descubrir un mundo mágico, o de subir a las alturas y tocar las estrellas. Es ese turismo que se graba en el alma. “¡La rosa de Andalucía!”, como la definió el poeta Antonio Pardal.

–¿Qué resaltas de las maravillas geológicas de la zona de Levante?

–La provincia cuenta en la actualidad con enclaves de gran valor que convierten a Almería en un museo natural. Recomiendo no dejarse ninguno atrás, desde el Cerro de Vela Blanca, los Domos volcánicos de Punta Blanca, la Playa de Mónsul, el Arrecife de Mesa de Roldán, la Isla Negra de Terreros, el Karst en Yesos de Sorbas o la gran joya del Levante, la Geoda de Pulpí, la más grande de Europa. Juntos, estos recursos, ofrecen un viaje para palpar, dialogar y enamorarse de la naturaleza.

–Pregunta obligada para cerrar esta charla. ¿Cómo van los trámites para que el mármol de Macael sea declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco?

–En la edición de Fitur de este año entregaron al vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo, Juan Marín, la solicitud para que la Cantería de Macael consiga la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. En la candidatura han colaborado el Ayuntamiento, la Asociación de Amigos del Museo del Mármol Al-Lali, la Asociación de Empresarios del Mármol de Andalucía y la Asociación de Artesanos de la Comarca del Mármol. Estoy convencido de que tendremos buenas noticias en breve”.

(Entrevista: José Luis G. Castillejo. Fotos: Junta)

 

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