TARIFA / Patronato de Turismo de la Diputación de Cádiz.- Es el extremo más meridional de Europa, punto más cercano a África y una localidad plena de historia y de belleza natural que se ha convertido en una auténtica meca para los aficionados al windsurf y al kitesurf, entre otros deportes del viento.
Poblada desde la más remota antigüedad, conserva importantes restos del Paleolítico como las pinturas naturalistas de la Cueva del Moro. De la cultura megalítica sobresalen los yacimientos de Aciscar, Arráez, Caheruelas-Caballero, Las Piñas y Facinas; y de la Edad del Bronce el yacimiento de los Algarbes, el monumento funerario más importante de este período en la provincia de Cádiz.
Los fenicios y los cartagineses se asentaron en la Isla de Las Palomas, como sugieren los hallazgos encontrados. De la importancia que adquirió Tarifa en la época romana nos habla el hecho de que hubiera dos ciudades en la zona: Mellaria, cuya ubicación aún no se ha hallado, y Baelo Claudia.
Con la conquista islámica, la ciudad toma el nombre de Al-Yazirat Tarif (Isla de Tarif), la actual Isla de Las Palomas donde al parecer este personaje desembarcó para un reconocimiento de la zona.
Conquistada a finales del siglo XIII por el rey Sancho IV, la ciudad sería escenario de sucesivos ataques musulmanes. Se convertiría desde entonces en un importante punto estratégico como zona fronteriza, plaza fuerte para la defensa de las incursiones piratas y, por último, enclave militar frente a las posesiones inglesas de Gibraltar.
El Castillo de Guzmán el Bueno y sus playas
De los siglos X-XV, el Castillo de Guzmán el Bueno es una de sus joyas monumentales. Mandado construir por el califa cordobés Abderramán III, está muy bien conservado destacando su gran torreón octogonal, la Puerta de Jerez y las torres vigía del siglo XVI. De las murallas de los siglos X-XVI se observan dos tramos diferenciados: el primero de época islámica que rodeaba un recinto más pequeño y el segundo que abarca todo el casco antiguo.
Por otro lado, en su arquitectura religiosa sobresalen la Iglesia Mayor de San Mateo, la de San Francisco y la de Santa María (siglos XV-XVIII) situada junto al castillo. Ya en las afueras, el Santuario de Nuestra Señora de la Luz cobija la imagen de la patrona.
Sus idílicas y extensas playas azotadas por el viento de levante hacen de Tarifa un lugar de culto para los aficionados a deportes náuticos como el windsurf, el kitesurf, el flysurf, el blokar o el submarinismo, entre muchos otros.
Tras la Playa Chica (ubicada entre el puerto y la Isla de Tarifa), Los Lances (con todo el equipamiento necesario para la práctica del windsurf) y Valdevaqueros se halla la playa de Bolonia, arenal salvaje en una de cuyas zonas se puede practicar el nudismo.
El Cañuelo es una playa con un entorno en estado natural, con vegetación excelsa, arena fina, aguas cristalinas y a la que se llega desde el Faro de Camarinal. Los Alemanes, de carácter semiurbano, se extiende desde el Cabo de la Plata al Cabo de Gracia. Por último, Atlanterra es la continuación de la playa de Zahara de los Atunes, ubicada en el municipio de Barbate.
A los parques naturales de Los Alcornocales y del Estrecho suma el municipio otros dos espacios naturales protegidos. El Paraje Natural Playa de Los Lances posee un destacado valor como área de concentración y regreso de aves en la travesía del Estrecho de Gibraltar durante los períodos de migración. La Duna de Bolonia (Monumento Natural) es una duna activa abierta hacia los vientos de levante, de más de 30 metros de altura y situada en el istmo de Punta Camarinal, en la costa suratlántica de Cádiz. En este excepcional entorno se puede practicar desde la hípica y el cicloturismo hasta el senderismo, la escalada, el ala delta o el parapente.
(Fotos: Cádiz Turismo)
* Lo que hay que saber antes de visitar Baelo Claudia
Hace años no gustaba Tarifa por el viento qué tenía, quién iba a decir qué años después su fuente de riqueza sería el viento.