TARIFA.- Una de las muestras más representativas no solo de la comarca sino de la geografía nacional e incluso europea de construcciones defensivas es el Castillo de Guzmán el Bueno, en Tarifa.

Esta fortificación fue construida por mandato de Abderramán III, quien en los últimos años de su mandato decidió organizar un sistema de defensa de Al-Andalus con construcciones como la que aún hoy podemos encontrar en esta localidad campogibraltareña.

El Castillo de Guzmán el Bueno, y gracias a las costumbres musulmanas, cuenta con una placa fundacional en la que se recoge el mes, el año en el que finalizó la construcción y el arquitecto que la llevó a cabo. Concretamente, y tal como recoge la lápida de mármol que se encuentra sobre la puerta principal, el castillo se dio por concluido en el mes de abril de 960.

“La gesta de Guzmán el Bueno”
Sin embargo, si hay una fecha que ha pasado a la historia relacionada con esta fortificación tarifeña ha sido la de 1294, cuando las tropas conjuntas de granadinos y marroquíes, que cercaban la fortaleza, amenazan a Alfonso Pérez de Guzmán con matar a su hijo si no entrega la plaza, una propuesta que es contestada por este con el lanzamiento de su propio cuchillo para que con él sea ejecutada la amenaza.

Así, esta actuación quedó para los anales de la historia como “la Gesta de Guzmán el Bueno”.

Desde entonces el castillo que mandó construir Abderramán III recibe el nombre de El Castillo de Guzmán el Bueno. La fortaleza es una obra de ingeniería defensiva incomparable. De hecho, las distintas civilizaciones que la utilizaron como tal solo se limitaron a ampliar lo que construyeron en su día los musulmanes.

Sus muros resistieron ataques de fatimistas, almorávides, almohades, cristianos, nazaríes, bereberes y piratas. En el interior del castillo se pueden visitar los patios, las murallas o la torre albarrana, desde la que se vivió el capítulo de Guzmán el Bueno.

(Texto: Mancomunidad; Fotos: José Luis GC)