Project Description

Viajé a Túnez hace un mes. Tan solo un mes después del ataque al museo El Bardo, recorrí el país como una turista más en una visita relámpago de cuatro días, en los que intenté meter la cabeza en su cultura y también en sus inquietudes. Recuerdo largas conversaciones en el coche, al calor de un té a la menta o entre ruina y ruina, con tunecinos indignados por la marcha del país y, sobre todo, por la caída del turismo, herido casi de muerte después de los últimos atentados. Túnez une el exotismo de la cultura árabe con una infraestructura turística envidiada por cualquier otro país del norte de África. Es un lugar de viajar fácil, con carreteras anchas y cómodas y hoteles de mejor calidad que los de muchos países europeos.