Project Description

Sonaban dos violines, violonchelos, saxos, guitarras y bajos y temblaba una voz quebrada que a veces se multiplicaba en dos. El local no era especialmente grande. Nos acomodamos junto a la barra, en las escaleras, del Rockwood Music Hall2, y pedimos dos copas. Desde la ventana se veía pasar los coches y la gente. Eran rayas de luz, faros y pies que nunca se detienen. Escuchamos el fabuloso concierto de la banda Mother Falcon. Aplaudimos y pedimos bises para que aquello no se terminara nunca. Lo hizo. Salimos a la calle y comenzamos a andar entendiendo que tras 16 días y 16 noches se acababa esta vibrante locura que había sido Nueva York. La noche nos pareció alegre por el antes y triste por el después.