TURISMO / Alex Montesinos (*), Blog de Segittur.- Turismo personal: encontrar lugares con personalidad, que se alejen de lo convencional. Este es el objetivo de cada vez más viajeros que además de planificar sus viajes con las guías ya conocidas por todos se adelantan a la información con ayuda de las nuevas tecnologías para descubrir lo que no quieren perderse, dónde comer y cómo pasarlo bien en el destino que les espera. Es el momento de los proyectos personales.

La costumbre tecnológica adoptada por grupos de viajeros como los millenials y las actuales herramientas digitales hacen que sea posible encontrar de forma inmediata y efectiva aquellos recursos que coinciden con nuestros gustos. Además, el uso de técnicas como la búsqueda por filtración con hashtags en las RRSS o el contacto directo con influencers de viajes se han convertido en las prácticas más habituales del viajero moderno a la hora de planear sus viajes y dar así con los proyectos más ‘cool’ de un destino.

Desde hace algunos años estos singulares proyectos han demostrado que es posible alcanzar el éxito en el sector. Convencidos de la necesidad imperiosa de desmarcarse en un entorno consumista que también dicta las tendencias turísticas, han venido desarrollando proyectos personales, que definen quiénes son y de dónde vienen. Para entender mejor su significado: un proyecto personal consiste en hacer lo que nos apasiona y sacar provecho de nuestras habilidades y de nuestro conocimiento para desarrollarnos profesionalmente en el ámbito que nos gusta y, lo más importante, siendo nosotros mismos.

Centros multidisciplinares, bares tradicionales y temáticos, galerías de arte, espacios creativos, restaurantes, centros culturales y tiendas que ofrecen no solo la venta sino también formaciones para saber más sobre el producto que venden son los causantes de que la oferta turística hoy por hoy sea mucho más creativa, esté considerada como una oferta de calidad y se comprometa de forma directa con la comunidad local del destino en cuestión. Además, estos proyectos personales están más que presentes en las redes sociales, lo que facilita aún más su difusión.

Interés global por mostrar productos locales
No es moda ni casualidad que haya un interés global por ofrecer al visitante los productos locales, dar a conocer el ingrediente de temporada o el hecho de implicar a la comunidad local de forma directa en los proyectos personales.

Es una realidad social, económica y medioambiental que ha visto en este tipo de proyectos una vía rentable y responsable en el desarrollo de los destinos donde se reduce la cadena de consumo para, de esta manera, ganar todos.

Parece que las características del momento en que vivimos han permitido que nuestro interés por este tipo de proyectos sea cada vez mayor y que también se dé por supuesto en el sector turístico actual. La búsqueda de proyectos personales en turismo se hace más y más habitual entre los viajeros que esperan algo auténtico del destino que visitan y quieren saber más de la costumbre local y la originalidad de las personas que emprenden con proyectos locales. En definitiva, los proyectos personales son los elegidos por una personalidad viajera con un claro interés por la calidad y la autenticidad de los recursos que visita y es que los proyectos personales se caracterizan justamente por ofrecer cercanía y pasión, ambas necesarias para ofrecer un buen servicio.

Si hay algo a destacar de los proyectos personales es la manera en la que consiguen diferenciarse de los demás recursos del destino al crear una marca personal con la que revolucionar el mercado. Esta es la clave de este tipo de proyectos que, a partir de una idea, consiguen ganarse el corazón de los viajeros simplemente poniendo en práctica aquello que más les gusta hacer para ahora compartirlo con los demás. Al fin y al cabo, los proyectos personales consiguen que los viajes se conviertan en aventuras llenas de autenticidad.

(*) Consultor de Turismo / Blog: Consultoría Turística