SANLÚCAR DE BARRAMEDA / María Sánchez, Rumbo.- La primera vez. La primera vez de una reina. La primera vez de Isabel La Católica. La primera vez de Isabel La Católica frente a todo un océano, el Atlántico. En 1478 los Reyes Católicos visitaron Sanlúcar de Barrameda por expreso deseo de ella, que quería ver el mar. El lugar elegido ofrece una de las mejores panorámicas de la localidad gaditana: la torre del Homenaje del Castillo de Santiago.

Esta fortaleza data del último cuarto del siglo XV y es el edificio más antiguo y monumental del municipio. Se encuentra en el barrio Alto de Sanlúcar, la zona que concentra mayoritariamente el patrimonio histórico y arquitectónico de la ciudad. Su torre compite en majestuosidad y altura, por qué no decirlo, con la de la iglesia de Santa María de la O, un templo construido en 1360 de estilo gótico mudéjar sevillano.

En el recorrido por la historia de estas tierras hay que pasar por el Palacio de los Duques de Medina Sidonia, el de Orleans Borbón, actualmente sede del Ayuntamiento sanluqueño, y un hospedaje muy especial, Posada de Palacio, que ocupa un palacio construido en torno al siglo XVIII.

Si las paredes, los caminos y el río Guadalquivir que baña sus orillas pudieran hablar darían buena cuenta de la intensidad del pasado de este destino que se asienta en el margen izquierdo del estuario del río Guadalquivir, frente al Parque Nacional de Doñana.

Esta privilegiada ubicación geográfica es a la que debe lo que es y será, un lugar de tránsito y comercio, parada y fonda para el buen comer y el buen beber. Del Guadalquivir emergen sus hasta seis kilómetros de playa, el magnífico legado patrimonial que le supuso ser en el pasado la Puerta de América, epicentro de las idas y llegadas de grandes personajes de nuestra historia, como Colón y Magallanes. También la gastronomía. ¿Sabéis cuál es el sabor que define estos lares? Pescados y mariscos, frutos del mar y manzanilla para un perfecto maridaje. ¿Y los mejores sitios para degustarlos? Sigue leyendo…

El barrio Bajo de Sanlúcar de Barrameda -la ciudad se divide en la parte Alta y Baja– es el paraíso de los ‘disfrutones’. No hace falta ser un foodie para apreciar el sabor de las gambas blancas, los langostinos tigres o las tortillitas de camarones y esta zona es la mejor, con numerosas bodegas y tabernas y con barriadas marineras que mantienen su actividad y el encanto de antaño, como es Bonanza y Bajo de Guía (Leer más)

(Foto: Cádiz Turismo)