SAN ROQUE / PROVINCIA / Beatriz Miranda, elmundo.es.- Si hay una imagen de Sotogrande en verano esa es la de Inés Sastre con su hijo y su novio número mil chapoteando en el agua de este rincón gaditano. También es una foto conocida la de las Segrelles desembarcando en la villa junto a sus muchas nannies y maletas e instalándose frente al chalé del duque de Alba, soltero de oro.

Asimismo, es de obligado cumplimiento ver a Ana Rosa Quintana en pareo largo, capazo, chanclas y sombrero Panamá con sus mellizos de la mano saltando a un barco desde el pantalán del puerto deportivo. ¡Son tantas las instantáneas que da este lugar que ya no es tan exclusivo como antaño!

Antes, decir que veraneas en Sotogrande sonaba esnob, la antítesis de hacerlo en Cullera. Sin embargo, ahora esta percepción ha cambiado desde que se dejan ver por allí desde Mónica Martín Luque hasta Mar Saura, pasando por Diego Osorio, Arantxa del Sol y Finito de Córdoba, El Cordobés Julián Muñoz, Antonia Dell’atte, Isabel Sartorius e Yvonne Reyes.

Aunque tampoco van a desmerecer el lugar estas presencias sin título nobiliario ni parentela en la casta financiera o política. Sí es verdad que últimamente hay mucho postureo y que algunos aún creen que jugar al golf te hace ser de clase alta… Afortunadamente, aún hay recodos incorruptos con legión de servicio doméstico que suenan a apellidos ilustres como Botín, Villar-Mir, Benjumea, Mora-Figueroa, etc…

Vaya por delante que Sotogrande es una urbanización proyectada en 1964, léase, es decir, es un resort para ricos en Andalucía que querían huir de la caspa marbellí. Fue fundado por un grupo de millonarios liderados por el estadounidense Joseph McMicking y Jaime y Enrique Zóbel, que reunieron a otros inversores entre los que figuraban Jaime Ortiz Patiño, el rey del estaño; el comerciante de diamantes Phillip Oppenheimer y el director de Nestlé, Helmut Maucher. Todos buscaban el anonimato y para ello construyeron un complejo residencial de lujo a su gusto que está situado en San Roque (Leer más)