SEVILLA / Turinea.- Esta ruta nace debido a que en los primeros años del siglo XX se extendían en la provincia de Sevilla un total de 40 hectáreas de cultivo de arroz. A lo largo de las décadas de los años 20 y 30 se abordó un notable programa de actuaciones.

Estas intervenciones abarcaban desde la construcción de diques en el entorno del río Guadiamar hasta el trazado de una importante red de canales de riego, caminos e incluso aguas potables; todo un despliegue de moderna maquinaria que multiplicó la capacidad transformadora de los hombres que ayudaban en la tarea de parcelación de la marisma.

Pero el verdadero florecimiento del cereal se produjo en la provincia de Sevilla en tiempos de la Guerra Civil Española (1936-1939), con la llegada de numerosas familias valencianas que se establecieron definitivamente en estas tierras llevando a cabo un auténtico proceso de transformación.

Desde aquel momento la provincia ha vivido grandes experiencias dentro de su tradición arrocera. Una de las más significativas es la acontecida en los años 80, una vez consolidada como la plaza productora de arroz, concretamente de la variedad de grano redondo. Por aquel entonces la C.E.E. tenía un problema de superávit de esta variedad de arroz. Sevilla actuó al respecto, y en solo tres años reconvirtió sus superficies arroceras y transformó el 100% de su producción de grano redondo en el tipo de arroz de grano largo americano.

Hoy día esta provincia acapara el 66% del abastecimiento a Europa del mercado de arroz de grano largo y es la plaza arrocera con mayor producción de este cereal por hectárea de todo el continente, con una holgada diferencia de más de 2.000 kilos respecto a los países más cercanos como Francia, Portugal o Grecia.

El recorrido de esta ruta se extiende por Aznalcázar, San Juan de Aznalfarache, Gelves, Palomares del Río, Coria del Río, La Puebla del Río, Isla Mayor, Lebrija, Las Cabezas de San Juan, Los Palacios y Villafranca, Utrera y Dos Hermanas.