TURISMO / GASTRONOMÍA.- Los romanos enseñaron a los andaluces a cultivar trigo y viñas, y utilizaron el pescado del mar para producir el mejor garum del imperio. Los árabes enseñaron a los andaluces a cultivar frutas y hortalizas. Utilizaron sistemas de riego y mejoraron el cultivo del olivo y la producción de aceite.
Además, los griegos, fenicios, cartagineses y visigodos dejaron su huella en el arte, la ciencia, la cultura y la gastronomía de Andalucía.
Mediterráneo y Atlántico
Sus mares aportan pescado variado de una calidad que no es fácil de encontrar en otras aguas. Como ejemplo está el atún rojo, que justo en el momento que pasa del Atlántico al Mediterráneo en sus migraciones anuales es tan sabroso, tan rico en aromas, tan bueno en definitiva que alcanza la más alta valoración internacional de los pescados.
Lenguados, lubinas, sargos, pargos, urtas, merluzas, salmonetes, sardinas, boquerones, acedías, pijotas, langostinos (excepcionales los de Sanlúcar), gambas (insuperable la blanca de Huelva), coquinas, conchas finas, bocas de La Isla, cañaíllas, ortiguillas (casi desconocidas en el resto del mundo), cigalas de Adra…
Todo ello se puede consumir en fritura, de aceite de oliva, como el insuperable pescaíto frito, a la plancha, a la sal, al horno, simplemente cocidos o guisados en imaginativas preparaciones de las que son muestra la urta a la roteña, el atún encebollado o los guisos de melva (Leer más)
(Texto y foto: Turespaña / www.spain.info)
* 25 tapas del Sur que gustan a todo el mundo
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