CÁDIZ.- Este 30 de abril no ha sido un día cualquiera en la historia de Cádiz. El presidente de Horeca, Antonio de María Ceballos, ha puesto fin a su vida laboral y su emblemático restaurante San Antonio, ubicado en la céntrica plaza de San Antonio, ha cerrado sus puertas para siempre.

Por ello, la Asociación de Mandos Intermedios de Turismo y Hostelería de la provincia de Cádiz en esta jornada rindió un homenaje a este empresario que, con su trabajo y su dedicación, ha hecho tanto en pro del turismo gaditano y andaluz.

En el transcurso del último almuerzo ofrecido en este negocio, el gerente de esta asociación sin ánimo de lucro, Manuel Ahumada, entregó a De María una metopa con clara alusión al significado de esta fecha y Rafael Osborne Fernández, consejero del Grupo Osborne, le hizo entrega de un obsequio en nombre de su empresa.

El homenajeado estuvo acompañado en este acto de su esposa, Iluminada Romero, quien ha sido jefa de cocina del restaurante San Antonio en los últimos años y quien a partir de ahora dedicará su tiempo libre a disfrutar de sus hijos y de sus nietos y a escribir un libro con las tradicionales recetas de su establecimiento.

Al acto también asistieron la presidenta de la Asociación de Empresas Turísticas de Cádiz (AETC), Josefa Díaz Delgado; el presidente de la Asociación de Marketing y Publicidad de Cádiz, Emilio de la Cruz; el propietario del Bar-Restaurante Mari y Jose, Pepe Parrado; José Luis Suárez, abogado y asesor jurídico de Mandos Intermedios; el hostelero Pascual Castilla; Eladio Tejedor, ex delegado provincial de Cruzcampo; María Colón, técnica de Turismo de Paterna de la Rivera; Amalia Quero y Mari Carmen Díaz, de El Berrueco Gastro; la arqueóloga Lourdes Girón; y el editor-director de Monplamar, José Luis González Castillejo.

Antonio de María explicó a Monplamar que tendrán que pasar varios días para que pueda asimilar la trascendencia de esta jornada para él, aunque precisó, no obstante, que seguirá vinculado al turismo y a la hostelería ya que continuará al frente de Horeca, la patronal provincial del sector.

Fue el primer empresario en abrir un restaurante chino en la ciudad de Cádiz, lo que tuvo lugar en marzo de 1973, y posteriormente convirtió dicho local en el restaurante San Antonio. En total ha estado 45 años en este enclave de Cádiz. Este lunes, con 69 años, al echar la llave a su negocio emblemático ha cerrado un capítulo muy importante de su vida y ha abierto otro también con gran valor: el tiempo de su jubilación.