Senderos para caminar sin prisas en invierno

TURISMO / SENDERISMO.- El invierno es quizás la estación más injustamente subestimada para descubrir Andalucía a pie. En este período del año los senderos recuperan su esencia, con silencio, luz limpia y paisajes que solo aparecen ahora.

Caminar en invierno por tierras andaluzas es una invitación a reencontrarse con lo natural sin multitudes ni prisas. En la Sierra de Grazalema el pinsapar muestra su carácter más místico entre brumas matinales.

El sendero del Pinsapar, con acceso regulado, permite disfrutar de una de las joyas botánicas de Europa en una atmósfera casi inverosímil para el Sur peninsular. Más al Este, en la Serranía de Ronda, el camino hacia el Tajo del Abanico ofrece un recorrido corto, accesible y de una belleza agreste que el invierno intensifica.

Horizontes amplios
Para quienes buscan horizontes amplios, el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas es un refugio perfecto. La ruta del río Borosa, con sus pasarelas y cascadas, mantiene un caudal generoso tras las primeras lluvias y regala un espectáculo sonoro que acompaña toda la caminata.

En el extremo contrario, en Cabo de Gata, el invierno regala días algo luminosos y suaves. La ruta entre Las Negras y El Playazo permite disfrutar del Mediterráneo en soledad, escoltado por volcanes dormidos.

La Alpujarra granadina, por su parte, se vuelve un mosaico de caseríos blancos, humo de chimenea y montaña pura. La senda entre Pampaneira, Bubión y Capileira es un clásico que en invierno cobra una calma especial, con la nieve en las cumbres de Sierra Nevada asomando como telón de fondo.

Andalucía en invierno no es solo un destino. Es también un estado de ánimo. Un territorio que invita a caminar despacio, escuchar y amirar. Un lugar donde cada paso en esta estación tiene el doble de magia.

(Imagen generada por IA)

 

 

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