Project Description

Al caer la noche, Kioto se encendía tenue como la luz de una vela. Salimos a caminar las calles del barrio de Gion y allí las maikos, aprendices de giesha, corrían de punitillas como si su presencia tuviera algo de clandestino, como si no pudieran ser del todo en un Japón que crece a ritmo de robot y trenes de alta velocidad.