Project Description

Abrir la puerta de salida de Kabul no es tarea fácil, se necesita un todoterreno para recorrer los polvorientos caminos sesgados por ríos, obstaculizados con rocas y taladrados con socavones. Waisidin fue nuestra salvación para poder salir de Kabul. Sentado en una silla en el hall del histórico hotel Mustapha espera que alguien necesite un vehículo. Durante la guerra e inmediatamente después, el aluvión de periodistas occidentales hacía imposible encontrar un vehículo. Hoy en día Afganistán ha pasado a segundo plano y apenas quedan periodistas; la caprichosa mirada de occidente ahora deriva hacia otros lugares. Waisidin está entusiasmado con que unos viajeros independientes, lejos de la versión que ofrecen los periodistas de guerra, quieran conocer su torturado país para poder mostrar al mundo un pueblo infatigable y unas bellezas naturales que, quizás en breve, puedan ser disfrutadas por más viajeros. (Leer más)