CÓRDOBA.- La Consejería de Cultura y Deporte ha incoado el procedimiento para inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA) las romerías de la Virgen de la Luna en la comarca cordobesa de Los Pedroches.
Estas fiestas se celebran en las localidades de Pozoblanco y de Villanueva de Córdoba y una vez ultimado el trámite administrativo tendrán la consideración de Bienes de Interés Cultural (BIC) con la tipología de Actividad de Interés Etnológico.
Ambas actividades constituyen una expresión de las devociones supracomunales, organizadas sobre un modelo de ritual festivo basado en el patronazgo compartido de la imagen sagrada –la Virgen de la Luna– y su traslado desde el santuario, en la Dehesa de la Jara, a las dos poblaciones que le tienen devoción.
En Pozoblanco la romería coincide con la Cuaresma y la Pascua, mientras que en Villanueva de Córdoba se celebra en Pentecostés, la Santísima Trinidad y la Asunción, según informó este lunes, día 17, la Junta de Andalucía.
Características propias
Cada una de las romerías presenta unas características propias como la indumentaria -en Pozoblanco con uniforme específico y en Villanueva de Córdoba sin vestuario particular-, la estación en la que se celebra -para los pozoalbenses es un ritual festivo de invierno y primavera, mientras los jarotes la celebran en primavera y verano- o la estructura organizativa.
No obstante, comparten la dinámica general del ritual que las une al símbolo y al santuario, los actos litúrgicos que se realizan en honor a la Virgen de la Luna, elementos como el carro de la comida, la alabarda, el bastón, la bandera y el tambor así como actos simbólicos de expresión popular como tocar la campana de la ermita cuando se llega al santuario o salir a recibir a la Virgen en la entrada de las localidades.
Indumentaria y organización
Respecto a la indumentaria, en Pozoblanco todos los hermanos de la Cofradía de la Virgen de la Luna van ataviados durante la romería y la procesión de traje negro.
Visten chaqueta negra, chaleco negro con botones con pechera, camisa blanca, corbata negra, cordón de seda trenzada de color rojo que va cruzado por delante para llevar la aliara de cuerno, espadín o sable enfundado y escopeta.
Los cofrades, a excepción de los mandos que portan instrumental propio, lucen escopeta de uno o dos cañones, la cuerna y el espadín.
En Villanueva de Córdoba no utilizan una indumentaria específica, pero se distinguen por el instrumental que portan: bastón, bandera, alabarda laureada, alabarda.
En cuanto a la organización, mientras que la Cofradía de Pozoblanco mantiene una estructura social cerrada con mandos tradicionales del ejército, la de Villanueva de Córdoba se organiza como todo colectivo eclesial con una Junta de Gobierno, sustituyendo las figuras de mando militares por la de los hermanos mayores, que portan los símbolos de la cofradía-hermandad.
En las romerías en honor a la Virgen de la Luna -también conocidas como Romería de Domingo de Sexagésima en Pozoblanco y Romería de Lunes de Pentecostés en Villanueva de Córdoba– se producen expresiones de folclore musical y oral, de significativo interés patrimonial al poner de relieve el carácter de frontera cultural de Valle de Los Pedroches como son las jotillas de la romería y las sevillanas serranas, testimonios de los rasgos extremeños y manchegos presentes en esta zona.
A los valores intrínsecos de la actividad, que se inscribirá en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz bajo la figura de mayor protección, se suma el valor histórico y paisajístico del Santuario de la Dehesa de la Jara. Las referencias documentales más antiguas de la ermita de la Virgen de la Luna provienen de las declaraciones en 1581 del Visitador General del Obispado de Córdoba.
Por último, se indicó que las romerías de la Virgen de la Luna traspasan las fronteras cordobesas a través de las hermandades filiales afincadas en Madrid y en Cataluña, fruto de la emigración de ciudadanos de la comarca de Los Pedroches a esas regiones. En Pozoblanco y en Villanueva de Córdoba perdurarán en el tiempo, siendo transmitidas de generación a generación a través de su protección y difusión.
(Fotos: Junta)
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