TURISMO.- El otoño es una de las estaciones del año más inspiradoras para visitar Andalucía. Con temperaturas suaves, calles menos concurridas y una luz dorada que realza la belleza de sus monumentos, las ocho provincias se convierten en destinos ideales para un viaje pausado y auténtico.
Cada ciudad ofrece en esta época un encanto singular, donde la historia, la cultura, la gastronomía y el medio ambiente se disfrutan con calma. Es el momento perfecto para redescubrir la comunidad autónoma sin prisa y con todos los sentidos abiertos a su riqueza infinita.
Almería
El otoño en Almería invita a recorrer el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar con temperaturas suaves y playas casi desiertas que permiten disfrutar de la costa en calma. Sus paisajes desérticos, únicos en Europa, se visten de luces doradas al atardecer, creando un escenario perfecto para senderistas y para aficionados a la fotografía.
Cádiz
La provincia gaditana ofrece en otoño una mezcla irresistible de mar y de montaña. La Costa de la Luz luce con menos turistas y aguas templadas, mientras que en el interior los pueblos blancos y la Sierra de Grazalema regalan rutas entre bosques de pinsapos teñidos de ocre. Además, es tiempo de catas de mosto en la campiña jerezana.
Córdoba
En Córdoba el otoño devuelve a la ciudad su ritmo pausado. Pasear por la Judería o entrar en la Mezquita Catedral cuando la luz se filtra cálida por los arcos es un espectáculo inolvidable. Los patios, que en mayo explotan en flores, muestran ahora una belleza íntima y recogida, ideal para descubrir la Córdoba más auténtica.
Granada
El contraste es protagonista en Granada durante el otoño. Mientras el Albaicín se enciende con atardeceres mágicos en Sierra Nevada comienzan a aparecer las primeras nieves. La Alhambra, rodeada por el color rojizo de los árboles del Generalife, se disfruta sin aglomeraciones, permitiendo al visitante recorrerla con calma y asombro.
Huelva
El otoño en Huelva huele a castañas, setas y jamón ibérico de Jabugo. En la Sierra de Aracena los bosques se tiñen de tonos ocres, creando rutas perfectas para el senderismo y la gastronomía de temporada. Al mismo tiempo Doñana vive el paso de miles de aves migratorias, un espectáculo natural único en Europa.
Jaén
La capital mundial del aceite de oliva vive su momento grande en otoño con la recogida de la aceituna. Visitar Jaén en esta época significa adentrarse en un mar de olivos que se prepara para dar fruto, participar en catas de aceite nuevo y disfrutar de una provincia que combina castillos medievales, sierras y senderos así como tradición agrícola.
Málaga
En otoño ofrece lo mejor de dos mundos: el bullicio cultural de la capital, con museos y terrazas más tranquilos, y el encanto natural del Caminito del Rey o la Sierra de las Nieves, ideales para excursiones con temperaturas agradables. Además, la Costa del Sol sigue siendo un refugio perfecto para quienes buscan Sol y mar sin aglomeraciones.
Sevilla
Cuando las temperaturas bajan Sevilla se vuelve más amable para recorrer a pie. El parque de María Luisa y la plaza de España se visten con tonos dorados, y los barrios de Triana y de Santa Cruz recuperan su esencia local. Los atardeceres sobre la Giralda y la Catedral regalan imágenes inolvidables, mientras que la gastronomía otoñal acompaña la experiencia.
Cercana, tranquila y auténtica
En definitiva, el otoño en Andalucía es una invitación a vivir sus provincias con otra mirada: más cercana, más tranquila y más auténtica. Cada ciudad revela matices únicos bajo la luz suave de esta estación, ofreciendo al viajero experiencias inolvidables. Cultura, tradición, paisajes y senderos se entrelazan para mostrar una región que en estas fechas se disfruta sin aglomeraciones y con toda su esencia.
* Andalucía es un destino turístico todo el año
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