Hoy me apetece creer

Por: Daniel Landa

Para evitar la originalidad lejos del tópico nos hemos instalado en él, sin complejos, porque un día es un día, o aún mejor, una noche es Nochebuena.

He rescatado el recuerdo de Rovaniemi, una ciudad irreal, de mentirijillas, un cuento en cartón piedra dirían muchos, un centro comercial, un “atrapaturistas”, una quimera, un invento finlandés.

Aquí vive Papá Noël todos los días del año, excepto hoy. Hoy no, hoy estará descendiendo las chimeneas del mundo, entrando en los sueños cargado de regalos y caramelos y “ho ho ho”… Yo una vez hablé con él, me mostró un atlas lleno de puntos y ciudades y pueblos del mundo y me dijo que se dirigía allí, a todos ellos, pero eso, claro, es imposible. Porque no se puede parar el tiempo, ni dar la vuelta al mundo en una noche, ni ser gordo y sigiloso. Tampoco hay renos que vuelan, ni trineos con 6.000.000.000 de regalos… ¿o sí?

O tal vez… no, ¡no! es una estupidez creer en elfos y ayudantes de Santa Claus, pero, y si… y si hoy creemos en todo. Y si un día, para variar, nos ponemos en plan cursi a contar cuentos de hadas y alzamos una copa, que es Navidad, pensando en que el 2014 cambiará el mundo. Pensemos, qué se yo, en lo más increíble, en que hay indios que convencen a los poderosos para cuidar la selva del Amazonas, pensemos que es posible cruzar a remo el Atlántico, vamos a imaginar, así a lo tonto, que el mundo está bocabajo al otro lado, que hay lugares con elefantes rojos, o incluso que es posible perderse en un bosque submarino.

Hoy me apetece imaginar playas de hielo o amaneceres de fuego y que las piedras hablan allá por Libia

Hoy me apetece imaginar playas de hielo o amaneceres de fuego y que las piedras hablan allá por Libia. Hoy me lo empiezo a creer todo, ya puestos que España gane un Mundial, porque todo es posible. Que un hombre viva instalado en el mismo cielo del mundo y que se cierren de una vez las puertas que dan acceso al mismísimo infierno.

Hoy quiero pensar, qué se yo, que el mundo está cuajado de maravillas, que los  buenos simplemente gritan menos que los malos, que todo tiene remedio. Que hay milagros, que se puede creer que un sólo hombre reconcilie al mundo incluso después de irse, que el planeta es una fiesta algunas veces.

Brindemos pues por las cosas imposibles, que demos la vuelta al mundo o que viajemos en el tiempo, por ejemplo aquí, en Viajes al Pasado.

¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!

 

Ho ho ho…

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Comentarios (2)

  • Lydia

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    Un texto muy bonito. Yo también he decidido creer y brindar por lo imposible. ¡Feliz Navidad!

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  • Maria Eugenia

    |

    Hay sueños improbables pero vosotros nos acercais al sueño imposible para la mayoria. ¡Gracias por compartirlo! Feliz Navidad y mejor Año 2014.

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