MEDINA SIDONIA.- El escritor, investigador y químico algecireño Manuel Ruiz Torres visitó este sábado, día 29, las instalaciones de El Berrueco Gastro, donde disertó sobre su libro ‘Cocina histórica gaditana’, publicado por Ediciones Mayi.

Amalia Quero y Mari Carmen Díaz, gestoras de esta peña gastronómica, prepararon para la ocasión un menú especial a base de platos incluidos en esta obra.

A este evento turístico-culinario acudió una veintena de comensales, entre ellos Ana Mayi, propietaria de la citada editorial.

En primer lugar fueron servidos como entrantes Mojama confitada en aceite, típica de la cocina andalusí del siglo XIII, ya que los árabes asentados en la Península Ibérica continuaron la industria de salar pescados de los romanos, y Ensalada de patatas y arencones, del siglo XIX.

A medida que eran servidos los platos, Ruiz Torres hizo una referencia histórica de cada uno de ellos y contestó a todas las preguntas formuladas por los participantes en esta jornada que combinó gastronomía, historia y cultura.

El primer plato consistió en Olla (Berza) de atún, del siglo XVII, puesto que en esa época, con abundantes jornadas de abstinencia de comer carnes, se optó por sustituir este preciado ingrediente por el atún de la costa gaditana. Esa olla es el precedente inmediato de las actuales berzas, aunque entonces se preparaban con especias diferentes a las actuales.

Antes del Pan de Cádiz
Como postre fueron servidos Bollitos de mazapán y frutas, que, según Ruiz Torres, en el siglo XIX derivaron en el dulce que se hizo popular con el nombre de Turrón o Pan de Cádiz, consistente en láminas de mazapán, turrón de yema o de coco y jalea de membrillo o de acerola.

A mediados del siglo XX el pastelero Antonio Valls, propietario de la Pastelería Viena, le daría la composición y forma de cofre como son conocidos actualmente. No obstante, los investigadores han encontrado a principios del siglo XIX un rastro de este dulce de mazapán y de frutas escarchadas con forma de bola o pasta y con especias similares a las que lleva el afamado alfajor de Medina Sidonia, que recuerda su lejano origen en la dulcería andalusí.

Antes de firmar ejemplares adquiridos por los comensales, este escritor algecireño, afincado ahora en Cádiz, dejó claro que su libro no es un tratado de recetas al uso sino un compendio de historias en torno a la gastronomía gaditana, fruto de años dedicados a la investigación de esta materia.

Por último, explicó que es una obra de recuerdos, personales y colectivos, que quiere recuperar la memoria gastronómica gaditana, y añadió que los lectores encontrarán en sus páginas, además del origen del Pan de Cádiz y qué dulces gustaban más hace 200 años, qué se comía en los Carnavales de finales del siglo XVIII o cómo fueron creadas las tortillitas de camarones, entre otros manjares de esta tierra.

(Fotos: José Luis GC)