ALGECIRAS / Texto y foto: José Luis G. Castillejo.- Es de justicia decir que esta foto no estaba programada y que surgió como muchas veces ocurre en la vida: de pronto y sin avisar; al tiempo que es de agradecer el detalle de que estos amigos nuestros quisieran compartir el almuerzo de ese día con todos los lectores de Monplamar.

Un día en Córdoba en un encuentro de gastrónomos y periodistas un colega tuvo la ocurrencia de preguntar qué es lo que comen los dueños y los trabajadores de un bar o restaurante cuando se marchan los clientes y llega la hora del almuerzo de estos profesionales, bien entrada ya la tarde. Hubo respuestas variadas y para todos los gustos.

Ahí conocimos también la otra opción y que consiste en almorzar muy pronto, en torno al mediodía, como suelen hacer muchos turistas que nos visitan en sus vacaciones. Quién no ha visto a estos visitantes enfrentándose al menú del día cuando nosotros acabamos de salir prácticamente de un establecimiento recién desayunados, con el placer que otorgan un cafelito y una tostada con mantequilla y mermelada o con manteca colorá, por ejemplo.

Puro Estrecho, el restaurante-lounge-café de Punta Carnero
En esta ocasión visitamos Puro Estrecho, el restaurante-lounge-café del algecireño núcleo poblacional de Punta Carnero, donde disfrutamos de un novedoso almuerzo en esa casa tras la iniciativa que la empresa puso en marcha a finales de verano y que consiste en incluir en su carta muchos de sus platos convertidos en medias raciones.

El chef Francisco Javier Arminio nos explicó que esta medida ha sido muy bien acogida por sus clientes y ha supuesto todo un éxito para la empresa de cara a la temporada de otoño-invierno. He aquí un claro ejemplo de cuando un negocio está regentado por profesionales con ideas y con ganas de innovar y de seguir ofreciendo productos de gran calidad a un excelente precio.

Y llegó el momento de nuestra despedida. En el fondo de la barra, en ese rincón acogedor donde los propietarios de Puro Estrecho, Susana Márquez y José María Alba, departen habitualmente con proveedores y amigos, estaban ambos almorzando a esa hora intempestiva de la tarde.

Es esta ocasión José María había pedido una paletilla de cordero al estilo castellano con patatas risoladas y Susana se había decantado por un solomillo de ternera al carbón con guarnición del día. Ya sabemos lo que vamos a pedir a Chico Arminio en nuestra próxima visita. Esto fue lo que almorzaron esa jornada los jefes de Puro Estrecho cuando se marcharon los clientes.

 

* 5 motivos para encandilarte con la cocina de Puro Estrecho