CÁDIZ.- Ubicado en la plaza de San Antonio, encontramos una de las instituciones más emblemáticas de la ciudad en cuanto a lo cultural se refiere. El Casino Gaditano, como tal, lleva siendo testigo de los progresos de la sociedad gaditana desde hace más de 170 años.

Para que quede claro, no se trata de uno de esos establecimientos de juego que popularmente conocemos por casinos ni tiene ninguna relación con la historia de los mismos. Hablamos de su otra versión en la que acogen clubes o sociedades de ámbito lúdico y cultural.

El histórico edificio que ocupa esta sociedad desde 1948 fue construido en el siglo anterior como residencia de D. Félix Colarte, Marqués del Pedroso, y durante una buena época dio cobijo a la obra de Murillo Las dos Trinidades, que hoy se encuentra en la Galería Nacional de Londres.

Ya a comienzos del siglo XIX pasó a ser la residencia de una de las estirpes de gran peso en la vida política española de la época, la familia Istúriz. Se comenta que en sus tertulias de una popular logia masónica se fraguó en buena medida el levantamiento liberal de 1820 que terminó con el triunfo de Rafael del Riego. Un movimiento que posteriormente desembocaría en la famosa jura por parte de Fernando VII de la Constitución de Cádiz.

Aún tuvieron que pasar unas décadas para que este inmueble se convirtiera en la sede que en la actualidad alberga el Casino Gaditano, una institución social fundada en 1844 y que en sus primeros 4 años se ubicara en la Academia Nacional de Bellas Artes, en la calle de Murguía.

A partir de ahí esta institución fue cobrando gran relevancia en la vida cultural gaditana. Por ella pasaron personajes tan destacados como la reina Isabel II de España o posteriormente el rey Alfonso XIII. A estos se sumarían otros rostros tan ilustres de la política, la cultura y el arte como Emilio Castelar, Segismundo Moret, Rafael Alberti, José María Pemán o Manuel de Falla.

Desde entonces y hasta nuestros días el Casino Gaditano ha sido emplazamiento de gran parte de las actividades sociales gaditanas, acogiendo conferencias, exposiciones artísticas y bibliográficas, además de ser lugar de reunión y tertulia. Al margen de esto, el Casino siempre destacó en tiempos pasados por su carácter filantrópico, socorriendo a los habitantes de la ciudad y en ocasiones de fuera de cuantas situaciones desgraciadas les ha tocado padecer. Desde el año 2000, esta institución también sobresale por acoger la Fundación de Estudios Constitucionales de 1812.

 

 

En cuanto al edificio que ocupa, desde sus inicios ha ido experimentando sucesivas reformas. Lo que en un principio era una típica casa andaluza de una ilustre familia, con patio central y grandes salones en la planta baja, en 1857 se vio como tomaba un aire renacentista con la reforma de su fachada.

Ya en 1889 se llevó a cabo una segunda gran reforma que reclamaba el local social. Bajo el proyecto de la Casa Pelli de Sevilla y con la supervisión del decorador Adolfo López Rodríguez, se acometieron las obras que dieron como fruto el extraordinario patio neomudéjar que hoy conocemos. Una construcción de estilo árabe que es sin duda uno de los interiores más importantes de la ciudad de Cádiz.

Las pinturas que decoran el patio están basadas en el patio de Las Muñecas de los Reales Alcázares de Sevilla y en ciertos lugares de la Alhambra de Granada. El adornado con artesones del patio también está inspirado en los dibujos presentes en la Academia de Bellas Artes de Cádiz.

Con todo ello, el Casino Gaditano alberga en su interior una riqueza arquitectónica tan esplendida como la cultural. Sin duda, un inmueble de gran valor histórico en Cádiz con menos reconocimiento del que merece.