TURISMO / GASTRONOMÍA.- El volumen de negocio producido en 2016 por las bodegas y los museos vitivinícolas pertenecientes a Rutas del Vino de España registró unos ingresos de 54,2 millones de euros, lo que significa un aumento del 10,66 por ciento respecto al año anterior.

Así lo afirma la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin) en un informe en el que también asegura que en ese año el enoturismo o cultura del vino atrajo a bodegas y museos españoles a un total de 2,7 millones de turistas,  con un incremento anual del 21 por ciento.

De ahí el interés de países y principales zonas vitivinícolas de Europa, especialmente de Italia, Francia o España, por impulsar el turismo relacionado con la producción del vino, con el fin de dar mayor difusión a esa culturay, sobre todo, a su oferta vinícola y gastronómica.

El enoturismo guarda una relación directa con el turismo gastronómico y con el cultural, dependiendo del carácter histórico o artístico de la industria vinícola en cada zona como patrimonio industrial. En los últimos años también se ha registrado un auge en tratamientos de belleza y de salud basados en los vinos, actividad que se conoce con la denominación de vinoterapia.

Este tipo de turismo, además de acercar las bodegas a los visitantes, ofrece a las empresas productoras la posibilidad de promocionar mejor el origen de sus caldos y registrar más ingresos mediante sus tiendas y sus catas.

En España existen varias zonas vinícolas, entre ellas Jerez, Jumilla, Rias Baixas, Ribera del Duero, Priorat, Navarra, Rioja Alta, Rioja Baja, Rioja Alavesa, Penedès, La Mancha, Somontano, Alicante, Yecla, Montilla Moriles, Ribera del Guadiana y Tenerife.

(Foto: Vinos de Jerez)

 

* Jerez, ante un 2018 clave para promocionar su turismo